Déficit de lubricación

 

La sequedad vaginal o déficit de lubricación puede ocurrir en etapas en las que existen grandes fluctuaciones hormonales, como el embarazo, posparto o la menopausia (natural o inducida por medicación), pero también durante o después de la toma de anticonceptivos hormonales, incluso después de un tratamiento de vaginosis o cándida vaginal.

La lubricación vaginal está influenciada por nuestras hormonas, pero también por la calidad y vascularización de nuestra mucosa y musculatura vaginal.

Esto quiere decir que podemos trabajar y recuperar la lubricación si mejoramos la vascularización y el trofismo de nuestra vagina.

Algunos factores que intervienen en la lubricación y que abordaremos en consulta son:

Periné

El estado de tu periné o suelo pélvico influye en la elasticidad y trofismo de la vagina. El periné abraza la vagina y su desequilibrio en tono y/o flexibilidad influye en ella directamente.

Microbiota

La microbiota vaginal vive en nuestra mucosa y se encarga de mantenerla sana. Podemos incidir en ella a través de una buena alimentación y con hábitos higiénicos y menstruales respuetuosos con nuestro cuerpo.

Recuperación y nutrición de la mucosa

Sobre todo después de un tratamiento con antibiótico, antifúngico o anticonceptivo, además de reequilibrar la microbiota es aconsejable incluir productos naturales específicos.