Dismenorrea
La Dismenorrea (dolor menstrual) es una afección que afecta, aproximadamente, al 50% de las mujeres en nuestro país. Se trata de un problema excesivamente frecuente cuyo tratamiento médico se limita a la farmacología, a través de analgésicos, AINES y en ciertos casos anticonceptivos. Pero, aunque sea algo frecuente, el dolor durante la menstruación no es normal.
Entonces, ¿qué es normal?
La menstruación es un proceso de congestión y descongestión sanguínea, un proceso de inflamación natural y fisiológica.
Durante el ciclo, el crecimiento del endometrio hace que el útero aumente de tamaño, generando inflamación y edema. Este aumento de tamaño produce una compresión de los tejidos vecinos, incluidos los vasos sanguíneos, que dan lugar a una isquemia (falta de vascularización y oxigenación en los tejidos).
Este proceso, en un cuerpo sano, se traduce con una sintomatología de molestia a nivel abdominal.
Estas molestias se consideran normales y fisiológicas, hablamos de molestias completamente tolerables por nuestro cuerpo.
El origen del dolor menstrual
Existen dos tipos de Dismenorrea, primaria y la secundaria.
Cuando hablamos de la Dismenorrea Primaria nos referimos a que el dolor no se debe a ninguna afección del sistema ginecológico.
Sin embargo, la Dismenorrea Secundaria aparece como consecuencia de una patología diagnosticable, como la Endometriosis.
Dismenorrea Primaria
Existen varias causas y teorías sobre el origen del dolor menstrual, aunque la más aceptada y frecuente es el desequilibrio de prostaglandinas.
Desequilibrio de prostaglandinas
Las prostaglandinas son sustancias implicadas en el control de la inflamación y contractibilidad uterina.
Las prostaglandinas son sintetizadas a través de ácidos grasos esenciales que ingerimos en la dieta, por lo que el control de nuestra alimentación es muy importante.
Existen dos grandes grupos de prostaglandinas, las que aumentan la inflamación (PG2, proinflamatorioas) y las que la disminuyen (antiinflamatorias). Ambas en equilibrio son necesarias, ya que regulan el proceso inflamatorio, pero deben estar en equilibrio, para evitar procesos inflamatorios exhacerbados.
• Las prostaglandinas proinflamatorias se sintetizan a partir del Omega 6: carnes, embutidos, procesados, aceite girasol.
• Las prostaglandinas antiinflamatorias se sintetizan a partir del Omega 3: pescado azul, semillas de lino, chia, nueces.
Los altos niveles de prostaglandinas proinflamatorias en mujeres se han relacionado con la presencia de DISMENORREA (dolor menstrual).
Trastornos musculoesqueléticos y movilidad uterina
La pelvis es el centro de nuestro cuerpo, por lo que muchos desequilibrios músculo-esqueléticos y posturales confluyen en ella dando lugar a rigidez articular, aumento de presión intra abdómino-pélvica, aparición de puntos gatillo y síndrome miofascial.
Esto puede conducir a un cuadro de congestión pélvica y de disminución de movilidad uterina, lo que puede provocar dolor durante la menstruación.
En muchas ocasiones, existen varios factores que condicionan la presencia de dolor menstrual.
Desde Endofem valoramos tu ciclo y trabajamos en el ámbito de la Nutrición integrativa, Fisioterapia y Osteopatía ginecológica para recuperar una menstruación sin dolor.